miércoles, 5 de enero de 2011

PLANTAS MEDICINALES.

Abrojo (Tribulus terrestris)




El abrojo es una hierba perteneciente a la familia

de las zigofiláceas.



Se caracteriza fundamentalmente por arrastrar

sus ramas por el suelo, las cuales pueden alcanzar

hasta un metro de longitud.



Las hojas se hallan enfrentadas y se componen

de cinco a ocho pares de hojuelas.



Las flores son pequeñas y el fruto seco.



Es una planta tan vellosa que en ocasiones

toma un aspecto blanquecino.



Se cría en bordes de caminos, zonas de mucho

escombro y en general sitios incultos de

toda la Península Ibérica.



El abrojo florece en primavera y verano, más o

menos a partir de mediados de abril.



Con fines terapéuticos se recolectan las partes

aéreas, lo que debe hacerse cuando los

frutos hayan madurado.



Los frutos contienen una sustancia de naturaleza

glucósida, todavía no muy bien definida.



Además, en toda la planta podemos encontrar

saponinas esteroídicas.



El resto de componentes de esta hierba no se

conoce por el momento, aunque tampoco interesa

saber más, ya que esta planta puede resultar

tóxica a dosis medias por la presencia

de las saponinas que antes mencionábamos;

por tanto, su administración debe estar muy

controlada y hay que recordar asimismo que

se debe prescribir a dosis bajas.





Popularmente el abrojo se ha utilizado como

analgésico moderado, diurético y espasmolítico

por vía interna y astringente por vía externa.





En algunas zonas se le atribuyen además

propiedades como hipotensor, es decir, que

reduce la tensión arterial.



En cuanto a sus frutos, se utilizan como tónicos

y en algunos sitios se emplean como astringentes

en hemorragias y disentería.



Pero no hay que olvidar que en toda la planta

se hallan las saponinas esteroídicas, tóxicas a

dosis altas.



Por tanto, no debe emplearse si no es por

prescripción del médico.



.- Infusión. Partimos de las partes aéreas de la

planta.



Se toma una cucharadita pequeña de la misma

y se añade una taza de agua hirviendo.



La dosis usual es de 2 a 3 tazas al día.



.- Decocción. Es más popular preparar una

decocción al 2-4%, o una maceración al 2%,

tomando 11/4 l. al día en ayunas.



.- Uso externo. En forma de lavados, compresas

o fricciones, se emplea la decocción sobre

heridas aftas o eccemas.

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