viernes, 14 de enero de 2011

PLANTAS MEDICINALES.

Acanto (Acanthus mollis) 

El acanto es una hierba gigante perteneciente
a la familia de las acantáceas; tiene una forma
graciosa, elegante y muy armoniosa.

Posee unas bonitas hojas grandes reunidas
en una mata, con la punta rizada hacia abajo.

Cada mata da lugar a una larga espiga, erecta
y recubierta de pequeñas hojas espinosas, de
cuyas axilas salen las flores, con pétalos de
color amarillo pálido.

Se cría en torrentes y zonas sombrías, húmedas
en invierno.

En España es relativamente fácil encontrarlo
por cualquier lugar, sobre todo en las regiones
centromeridionales del país.

Florece a partir del mes de mayo, secándose
totalmente en verano.

Luego con las lluvias vuelve a renacer y pasa
todo el invierno vegetando.

De la recolección interesan las hojas, que se
deben recoger y poner a secar a la sombra o
en secadero, a temperaturas no muy elevadas.


De esta familia en nuestro país solo se da
esta especie, por lo que es difícil confundirse
al ir a buscarla.

Además, su belleza es muy singular.

Cuenta la leyenda que el célebre escultor y
arquitecto de Corinto, Calímaco, se inspiró en
la planta del acanto cuando creó el capitel corintio.


Toda la planta, desde las raíces a las flores,
segrega un líquido viscoso de propiedades
emolientes, astringentes y detergentes muy
eficaces.

En realidad, la composición de la planta no se
conoce en profundidad.

Se sabe que contiene abundante mucílago,
taninos, glúcidos, sales minerales y algún
principio amargo.

De lo que no cabe duda es de que se trata de
una planta con propiedades emolientes, esto
es, que tiene la capacidad de ablandar tejidos
y tumores.

También se le atribuyen otras virtudes como
astringente, antidiarreico y expectorante.

Está indicado en diarreas, bronquitis, catarros,
problemas de hígado y en uso externo en estomatitis,
faringitis y vaginitis.

.- Decocción. Se hierven 100 g. de agua con
10 g. de hojas de acanto, y con el líquido obtenido
se practican pinceladas sobre aquellas
partes inflamadas de la boca. Si se mantiene
un poco más en agua hirviendo y se filtra
posteriormente a través de un pedazo de tela
de lino, esta preparación se puede utilizar para
hacer gargarismos en caso de inflamación
de garganta.


.- Infusión. Poniendo 1 g. de raíces y hojas
secas en una taza de agua hirviendo, se obtiene
un excelente astringente y cicatrizante
de heridas. El lavado se debe hacer justo antes
de poner el vendaje, y es conveniente repetirlo
un par de veces al día.

Emoliente. Antidiarreico. Astringente