Abrojo (Tribulus terrestris)
El abrojo es una hierba perteneciente a la familia
de las zigofiláceas.
Se caracteriza fundamentalmente por arrastrar
sus ramas por el suelo, las cuales pueden alcanzar
hasta un metro de longitud.
Las hojas se hallan enfrentadas y se componen
de cinco a ocho pares de hojuelas.
Las flores son pequeñas y el fruto seco.
Es una planta tan vellosa que en ocasiones
toma un aspecto blanquecino.
Se cría en bordes de caminos, zonas de mucho
escombro y en general sitios incultos de
toda la Península Ibérica.
El abrojo florece en primavera y verano, más o
menos a partir de mediados de abril.
Con fines terapéuticos se recolectan las partes
aéreas, lo que debe hacerse cuando los
frutos hayan madurado.
Los frutos contienen una sustancia de naturaleza
glucósida, todavía no muy bien definida.
Además, en toda la planta podemos encontrar
saponinas esteroídicas.
El resto de componentes de esta hierba no se
conoce por el momento, aunque tampoco interesa
saber más, ya que esta planta puede resultar
tóxica a dosis medias por la presencia
de las saponinas que antes mencionábamos;
por tanto, su administración debe estar muy
controlada y hay que recordar asimismo que
se debe prescribir a dosis bajas.
Popularmente el abrojo se ha utilizado como
analgésico moderado, diurético y espasmolítico
por vía interna y astringente por vía externa.
En algunas zonas se le atribuyen además
propiedades como hipotensor, es decir, que
reduce la tensión arterial.
En cuanto a sus frutos, se utilizan como tónicos
y en algunos sitios se emplean como astringentes
en hemorragias y disentería.
Pero no hay que olvidar que en toda la planta
se hallan las saponinas esteroídicas, tóxicas a
dosis altas.
Por tanto, no debe emplearse si no es por
prescripción del médico.
.- Infusión. Partimos de las partes aéreas de la
planta.
Se toma una cucharadita pequeña de la misma
y se añade una taza de agua hirviendo.
La dosis usual es de 2 a 3 tazas al día.
.- Decocción. Es más popular preparar una
decocción al 2-4%, o una maceración al 2%,
tomando 11/4 l. al día en ayunas.
.- Uso externo. En forma de lavados, compresas
o fricciones, se emplea la decocción sobre
heridas aftas o eccemas.
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